Acueducto de Las Herrerías

Este impresionante acueducto se sitúa en las laderas de la Garganta de Descuernacabras, en Campillo de Deleitosa, y puede recorrerse cómodamente por su interior durante unos 5 kilómetros, la distancia existente entre las curiosas ruinas de lo que fue el molino de las Herrerías y una pequeña central hidroeléctrica que durante muchos años permitió al pueblo disponer de luz eléctrica cuando los pueblos de los alrededores no disfrutaban de ese lujo.

Realmente he encontrado poca información entorno al origen de esta obra asociada a la minería de la zona, pero parece apuntar a épocas romanas. Toda la construcción está realizada a base de pizarra y cuarcita, procedentes de los abundantes afloramientos de las laderas, cogidas con un mortero de arena y cal.

El tramo más impresionante, es una zona donde el acueducto traza una amplia curva, salvando un barranco que vierte las aguas a la Garganta. Arquitectónicamente se realiza mediante muros de hasta 7-8 metros de altura y una veintena de arcos, usando además rústicos ladrillos en esta zona.

El recorrido permite disfrutar de todo un muestrario arbóreo: grandes enebros, retorcidos fresnos, algún almez, quejigos y hasta loreras en umbrías y en las alisedas del fondo de la garganta, acompañado todo por las omnipresentes encinas y añosos alcornoques que no han visto en su vida un hacha corchera.

Acabando el día de campo en el Río Almonte, en el Puente del Conde, otra ejemplo de obra que aguanta impasible el paso del tiempo y de las aguas.